Desfragmentación
del disco duro
Las plataformas
Windows tienen bajo su control a una gran cantidad de archivos, los cuales
pueden modificar cada vez que lo necesitan. Sumado a eso, un usuario promedio
manipula sus propios archivos, creando nuevos, descargando más, y variando el
tamaño de los ya existentes. El lugar típico de almacenamiento termina siendo
el disco duro, y se puede acceder a esos datos cuantas veces sea
necesario, pero tras cierto período de tiempo, al disco duro comienza a
costarle un poco más de trabajo.
La razón es la fragmentación
de archivos, y explicar de qué se trata es bastante fácil. Supongamos que
tú creas un archivo de imagen con un tamaño de un megabyte. A la hora de
guardarlo, Windows busca el primer espacio libre disponible para colocarlo
allí. Si el espacio libre es lo suficientemente grande, lo guardará de una sola
vez, y no habrá mayores consecuencias. El problema es cuando el espacio libre
no alcanza. Para poder almacenar ese archivo, Windows divide ese archivo en
las partes que sean necesarias, fragmentándolo. ¿Qué tiene de malo esto?
Que si un archivo tiene varias secciones diseminadas por todas partes, obliga
al disco duro a hacer trabajar más a sus cabezales, lo que provoca que el
tiempo de acceso al archivo se vuelva más lento.
Por sí solo, Windows
no puede hacer mucho, por lo que cae en manos del usuario corregir esta
situación. Eso se lleva a cabo corriendo una desfragmentación de
archivos. Esta operación hace que los archivos sean re-localizados sobre la
superficie del disco, de manera tal que todas las partes que forman un archivo
se almacenen de manera correlativa. Con esto, el disco duro tendrá menos
recorrido por hacer, llevando a tiempos de acceso más cortos.
En pocas palabras,
con la desfragmentación no hay nada que perder, y mucho que ganar. Veamos qué
necesitas para llevarla a cabo:
·
Cierra todos los programas que puedas antes de
llevar a cabo una desfragmentación. Esta actividad demanda tiempo, y el
ordenador debe tener la mayor cantidad de recursos disponibles. Si por alguna
razón debes usar varios programas, entonces pospón la desfragmentación para más
tarde. Cuantos menos programas haya corriendo, más efectiva será la operación.
·
Desactiva temporalmente el protector de
pantallas, y el escaneo automático del antivirus en lo posible. Estas dos
operaciones pueden interrumpir el proceso de desfragmentación, provocando que
deba empezar desde cero. Si el antivirus no permite su desactivación, lleva la
operación a cabo en un tiempo que sepas que el antivirus no iniciará ninguna
actividad.
·
Las plataformas Windows vienen con un
desfragmentador incorporado. En Windows XP, la ruta es: Inicio – Todos
los Programas – Accesorios – Herramientas de Sistema – Desfragmentador de Disco. Por el lado de Windows Vista, lo
más sencillo es que vayas a Equipo, y hagas clic con el botón
secundario en el disco a desfragmentar. Escoge Propiedades, ve a la
pestaña que dice Herramientas, y allí verás la opción para
desfragmentar.
·
En la versión de XP, haz clic en el disco duro a
desfragmentar (si tu ordenador tiene más de uno, o si el disco posee varias
particiones). Puedes hacer clic en Analizar para ver el grado
de fragmentación que sufren los archivos, pero puedes darle clic a Desfragmentar directamente.
En el caso de Windows Vista, las opciones son prácticamente nulas. Sólo tienes
el botón para iniciar o detener la desfragmentación, ni siquiera existe un
indicador de progreso.
·
Paciencia. Y mucha. El tiempo de espera es
proporcional al grado de fragmentación que sufre el disco, por lo que si nunca
antes habías hecho una defragmentación, acepta la idea de que deberás
esperar un buen par de horas antes de poder volver a usar el
ordenador. Claro que la operación puede interrumpirse, pero dejar una
desfragmentación a medias es tan malo como no hacer una.
6) Es probable que no todos los archivos queden
correctamente alineados en la primera pasada, podrás notarlo si quedan algunas
líneas rojas en el dibujo. Por eso recomendamos que le des una segunda pasada
al disco, esta será mucho más rápida que la primera. Sin embargo, este punto es
opcional. Con una pasada podrás corregir la mayoría de los problemas.
7) Mantén tu disco duro lo más limpio
posible. Archivos temporales, discos repletos, programas que usaste sólo
una vez y no quitaste, todo contribuye a la fragmentación de archivos. La ley
de cuanto más vacío esté un disco duro, más rápido funcionará,es
absoluta. Y con ello, harás que el desfragmentador termine en menos tiempo.
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